La incompresión duele. Es amarga y violenta. Es un por qué sin respuesta.
La incomprensión duele. Es el rechazo convertido en puñal. Es un corazón preso en el puño de la intolerancia.
La incomprensión duele. Es la duda que anida en las entrañas. Es la impotencia que provoca un no te quiero.
La incomprensión duele, porque es el malestar de un accidente emocional, porque es la sangre que emana, la incertidumbre de no saber si sanará, la herida en sí misma o un hematoma en el alma, y duele, duele por siempre.

El recuerdo de no haber sido amado y comprendido,permanece en ti y jamás cicatriza.

Pequeñas ideas

Las fotos en blanco y negro son inmortales y elegantes.
Los helados de limón son desagradables, pero divertidos por el efecto que causan en el semblante de quien los come.
El tabaco por la mañana sabe mejor, con café y sin él.
Qué irritante es una llamada estando a punto de coger e autobús, la moneda se te resbala de los dedos, el bolso sujeto bajo el codo y frente a tu enojo, el rostro de un conductor aprensivo.
Los muñecos en miniatura, de plástico y color, son una monada,¡ y no necesitan identidad alguna!¡ tan sólo ojos grandes y curiosos!
A la 13:00 mi estómago desaparece dejando paso al agujero negro que duele.
A veces me molesta la muela del juicio que no termina de salir, porque nunca seré juiciosa del todo.
Me incomodan los paraguas y los relojes. ¡Qué envidia me producen los escritores de éxito!
Me gustan las chicas más allá de lo sexual.
Cuando veo una criatura peluda, me apetece estrecharla entre mis brazos, y si no tienen pelo... ¡me quedo con las ganas de peinarlas!
De mayor quiero ser una femme fatale, pero soy demasiado noble para ser malévola.
Disimulo muy bien cuando me tropiezo.
El sol es agresivo y la luna es tan serena... las nubes son aguafiestas y las estrellas luces de navidad.
Mi pié nunca descansa en paz, al igual que mis nervios y mis complejos.
Las miradas son encantadoras, hasta las de odio, porque son forzadas.

El día que te merezca (teoría de la amistad)

El día que te merezca osaré darte plantón, seré sincera con mala leche y sutileza. Te apartaré de mí por otra amiga, dejándote en soledad, en el recreo que hoy en día, es tu piso de 20 metros. El día que te merezca te reprocharé aquel comentario, y te explicaré por qué me tire al tío del que estabas enamorada. Reconoceré con valentía que te puse a parir con Marta, que dije barbaridades sobre ti y que asentí a cada insulto, con cobardía, el día en que lo dejaste con David. El día que te merezca te confesaré lo hipócrita que he sido. Dejaré de manipularte, de juzgar tus actitudes desde mi mente retorcida, dejaré de ignorar con envidia lo hermosa que estás hoy, lo bien que te sienta ese vestido o los kilos que has perdido. Dejaré de humillarte indirectamente con mi risa maligna, las ironías, las miradas ladinas, los enojos de chantaje, y el mal que te causo gratuitamente.

El día que tú me merezcas, no me llames, ni me nombres tu amiga, aléjate y entonces empezaras a ser digna de mí.

Esta es mi respuesta a uno de los " Hartículos" de Risto Mejide ( ADN )

Así eres tú (mamá)

El ímpetu de una lluvia tropical
la luz que la luna jamás poseyó
e hizo del sol el astro mayor.
La presencia de la presencia.

Los ojos grandes de las muñecas,
el hipotético y dulce sabor de las nubes.
Zapatos cómodos, que pisan sobre plumas
y una almohada que vive y me acuna.

El timbre de una gran noticia eterna,
el sueño de cada ser vital.
El vuelo de un ave que acaba de despertar.
La vida en si misma, la razón y la esencia.

Dueña de mí y mi porvenir,
la palabra que nunca se ha descrito,
que nunca describió nada que haya existido.
alma única, cuerpo y corazón genuinos.